El mejor día de mi vida hasta ha hora
Todo empezó
un 24 de octubre, en donde mi papa tenía
planeado llevarme al estadio Cuauhtémoc
para presenciar el partido Pumas vs Puebla.
Dicho día salimos a las 5 de la mañana de mi casa para ir a la terminar de
autobuses de Teziutlán salimos aproximada mente a las 5:30 de Teziutlán para
llegar aproximadamente a las 7:00 de la
mañana. Iba muy entusiasmado pues sería mi primer partido además vería al equipo
al que yo le he ido desde siempre, al que he visto por televisión, del que se
me grandes cosas y me ha dado muchos momentos agradables, yo esperaba verlos sentía
mucha emoción y un poco de ansias, porque podría apreciar un gran espectáculo
de fútbol.
Llegamos a la Capú y mi papa me llevo a desayunar, salimos de ahí y tomamos un
taxi para que nos llevara al estadio, el taxista era muy amable y en el
trayecto me contó que era aficionado de los pumas y que me veía en mi rostro algo muy familiar dice que me parecía
a él cuando su papa lo llevo un estado, me dijo que el sintió una gran emoción,
al igual que yo su papa también lo llevo al estadio, me dijo que disfrutara
cada momento que estuviera ahí que gritara todo lo que quisiera y que hiciera
todo lo que yo quisiera que sea una experiencia única y especial muy difícil de
olvidar, le dije que muchas gracias y que así seria. Mi padre solo sonreía y me
decía que ese día seria algo agradable.
Por fin llegamos al estadio sentí emoción,
fuimos a compara los boletos para el partido, estuvimos formados un largo
tiempo, después un señor me dijo que me para en un barda, la barda tenía un
raya pintada y el señor me dijo que ya me podía ir con mi papa, por ese momento
en mi mente paso que si yo no llegaba a la raya no podría pasar al estadio
entonces me pare de puntitas y le llegue y ya mi papá le dijeron que tenía que
pagar mi boleto. Mi papá me explico después que si no le llegaba a la raya si podía pasar al
estadio me pusieron ahí porque si yo era más pequeño que la raya mi papa no
pagaría mi boleto.
Dimos un recorrido por todo el estadio y entonces avía un señor vendiendo cosas
deportivas: jersey ‘s, balones, gorras, guantes de portero y banderas, yo le
pedí a mi papá que me compra una bandera de los pumas, la bandera era grande en
colores azul y oro. Entonces ya era hora de entrar al estado tuvimos que pasar
con unos policías que nos checaran que no lleváramos ningún objeto peligro por nuestra seguridad y
los demás espectadores y entonces me pidieron la bandera y me dijeron que le
tenían que quitar el palo de la bandera por cuestiones de seguridad y que al
término del partido me lo darían.
Comenzó el partido nos sentamos al verlo, estábamos sentados en la zona verde
del estadio el equipo Poblano atajaba en ese lado del estadio, por fortuna
pudimos apreciar a jugadores como Leandro Augusto, Darío Verón. Termino el
primer tiempo, los jugadores salieron de la cancha, mi papa y yo aprovechamos
ese tiempo para platicar el me dijo que como me sentía que si me sentía a gusto,
si quería algo, le dije que era el mejor día de mi vida lo abrase y le dije que
lo quería mucho y que ese día siempre lo recordaría. Más tarde le pedí una botella
de agua con tanto grito que daba en el estadio mi garganta necesitaba
refrescarse. Comienzo del segundo tiempo, y observe que en la parte superior de
donde nos encontrábamos avía muchos aficionados de los Pumas cantando, le
pregunte a mi papá que quien eran ellos mi papa me contesto que ellos eran la
porra de los pumas y se llamaba la ‘’Rebel’’y eran los que alentaban al equipo,
a donde fuera el equipo iban ellos, Cantaban muchas cosas y yo me sabia alguna
que otra entonces cantaba con ellos y mi papá solo me observo.
Pumas anoto tres goles los cuales grite y me emocione mucho al verlos
lamentable mente les metieron dos, termino el partido y los jugadores de pumas
dieron las gracias a sus seguidores y por ultimo fueron a donde nosotros
estábamos y puede ver a muchos jugadores muy cerca.
Salimos del estadio y le dije a mi papa que fuéramos a recoger el palo de la
bandera y fuimos a donde nos dijeron que los fuéramos a recoger y nos dijeron
que se avían perdido y entonces nos fuimos. Después de tanto grito, reír,
cantar, saltar, etc. Nos dio hambre y fuimos a comer unas cemitas. Fuimos otra
vez a la terminal para tomar de nuevo el autobús, todo el camión iba hablando
con mi papa del partido de lo que hicimos y de lo que hacían demás, también de
lo nuevo que aprendí de fútbol de cómo eran los jugadores.
Llegue a mi casa le conté a mi mama de todo lo que nos avía pasado, ella muy contenta me escucho, mi mama me dijo que todo era
muy interesante pero que ya demasiado tarde y que ya me tenía que ir a dormir, fui con mi papa y le di las gracias por regalarme un día inolvidable, y le dije que lo quería mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario