miércoles, 11 de septiembre de 2013


“UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE”
Me llamo Estefanía Rodríguez Mirón soy de estatura media, tengo el cabello largo, negro y ondulado, mis cejas que son del mismo color de mi cabello están pobladas, mis ojos son café oscuro y soy apiñonada. El suceso más importante de mi vida fue cuando me coronaron como la reina del estudiante por promedio 2013 de la Escuela Secundaria “Netzahualcóyotl “de Zaragoza, Puebla. El gran día fue el 21 de junio, entonces así comenzó: me desperté estaba nublado y lloviendo, salí de mi recamara al baño para tomar una ducha, después de cierto tiempo regrese al cuarto a cambiarme y peinarme  para irme al salón de belleza acompañada por mi mamá, por lo tanto desayunamos, más tarde me cepille los dientes, salí del baño encaminándome hacia mi madre, que ya me estaba esperando en la puerta, nos subimos al auto, el cual ya estaba abordado por mi papá, para llevarnos a la estética, por lo tanto lo arranco, condujo a la carretera rumbo a tlatlauqui. Cuando íbamos ya en camino, la música sonaba a todo volumen por la alegría que sentíamos, después de 10 minutos por fin llegamos a tlatlauqui donde tomamos la ruta hacia la estética, ya afuera, tocamos el timbre, nos abrió la estilista, como el lugar es de doble planta subimos las escaleras; ya en el segundo piso, mi mama cogió un asiento y yo me senté en el sillón para peinar; así que la estilista me peino y maquillo, después de una hora, mi padre sonó el claxon, pues ya nos estaba esperando; le pagamos a la estilista y le dimos las gracias, bajamos las escaleras abrimos la puerta y nos subimos al auto, así que lo encendió para regresarnos a Zaragoza, después de cierto tiempo llegamos, ya estando afuera de la casa, tocamos el timbre por lo tanto nos abrió mi hermana, me dirigí corriendo a mi recamara, pasando por el cuarto de mis padres, donde me puse el vestido que me compraron al igual que las zapatillas de mi color favorito, así como también los accesorios: aretes, pulseras y anillos; salí de la recamara, fui a la sala mientras que mis hermanos se arreglaban, los espere, más tarde salimos de la casa, nos subimos al auto y nos encaminamos hacia el salón de fiestas “Tajín”. Mi papá estacionó el coche, nos bajamos, cruzamos la calle y nos introdujimos al salón. Al entrar, me puse muy nerviosa y salude a las maestras y a toda la corte real. Después de un tiempo comenzaron a llegar los compañeros de los diversos grados y grupos, en efecto se dirigieron muy contentos a las escaleras, haciéndonos una vaya que llegaba hasta la pista de baile, en seguida comenzó el evento, primero presentaron a las princesas y a sus acompañantes, donde todos aplaudieron, y finalmente me presentaron como la reina del estudiante por promedio ante todo el alumnado y también a el rey, así que bajamos las escaleras y nos trasladamos hasta el trono, donde me senté, entonces mi maestro de historia y el director de la escuela nos dirigieron unas palabras tan bonitas que jamás olvidare en mi vida, llegando a tal grado de conmoverme pues los nervios los tenia a punto de turrón, posteriormente nos felicitaron, para concluir coronaron primero a las princesas y por ultimo a mí, en ese momento la emoción me invadió por completo y todos los recuerdos afloraron en mi mente de esos tres años de esfuerzo, dedicación y trabajo; de esta manera se dio por iniciada la disco, así que de inmediato me dirigí al centro de la pista y comencé a bailar con mis amigas y compañeros todos muy contentos disfrutando al ritmo de la música, divirtiéndonos como nunca en esos instantes tan maravillosos de nuestra existencia. Al cabo de un buen rato concluyó la disco, porque la banda musical de la escuela nos estaba esperando afuera del salón, por lo tanto salimos e iniciamos el desfile real por las principales calles de Zaragoza que tuvo como paradero la escuela, cuando llegamos nos subimos al templete y los compañeros en las gradas nos empezaron a hacer porras, posteriormente el director nos dijo unas hermosas palabras de agradecimiento a la vez exhortando a toda la comunidad estudiantil a seguirse preparando para la vida y cumpliendo con todo lo que la escuela exige; y con esto se dio por terminado el tan aclamado “Día del Estudiante” que todos en el ciclo escolar esperábamos con ansias pues era el único día en que éramos libres de las exigencias escolares; así que  bajamos del templete, y  me despedí de mis amigas, compañeros y familiares que estuvieron conmigo ese día, de los cuales recibí abrazos y felicitaciones llenos de afecto y amor, nos tomaron fotos y salimos de la escuela llenos de alegría, para posteriormente seguir festejando de esa maravillosa tarde en familia degustando de una exquisita comida. En resumen, fue una experiencia inolvidable que mantendré en mi memoria  a lo largo de mi existencia; ese momento fue algo sumamente divertido, único y especial, me llena de orgullo cada vez que lo recuerdo y espero algún día volver a experimentarlo.

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