MI LUGAR FAVORITO
Había
una vez en una ciudad llamada Teziutlán, una familia la cual quería salir de
vacaciones pero sabía precisamente a donde. Entonces a la hija mayor llamada Ameyalli
Betsabé Mora Torres, se le ocurrió que podían investigar en internet sobre
algunos lugares en donde se pudiera divertir toda la familia, la cual estaba
integrada por el papá, la mamá, una pequeña de 1 año y Ameyalli que tenía 10
años. A ella le gusta muchísimo viajar, relajarse y al mismo tiempo divertirse.
Una vez que investigaron, se dieron cuenta de que había muchas opciones, pero
hubo un lugar en especial que llamó su atención, era un parque acuático de
aguas termales, éste se encontraba en un pueblo llamado Ixmiquilpan en la
cuidad de Hidalgo, era un lugar muy lejos ya que se encontraba a seis horas de
donde la familia vivía. Pero cuando observaron las fotos del lugar, se dieron
cuenta de que valía mucho la pena, ya que ahí podían divertirse todos porque
contaba con diferentes lugares para personas de todas las edades. Esa misma
noche hicieron maletas, para que así al otro día antes de que amaneciera
pudieran salir de donde ellos vivían e ir a pasar un fin de semana hermoso en
familia. Y así fue, era de madrugada todavía, se subieron al coche y su próxima
parada era la diversión. Una de las razones por las cuales le gustaba viajar
mucho a Ameyalli es porque durante el trayecto escucha música mientras observa
los paisajes, ella lo encontraba como una relajación. Después de tantas horas
de camino, una hora antes de llegar a su destino, la familia ya estaba
hambrienta, entonces decidieron hacer una parada en un pueblo pequeño llamado
El Arenal, ahí había una iglesia muy bonita y muchos lugares donde podían
comer, lo que vendían eran dulces, quesadillas y fruta. La comida era realmente
deliciosa y la familia quedó satisfecha, así volvieron a subir al coche y
siguieron su camino al arque acuático, ya les faltaba muy poco para llegar.
Pasaron por la ciudad de Hidalgo, quedaron asombrados de lo grande que era, los
edificios, las plazas, casas, parques y todo lo que en ella se encontraba. Al
salir de la ciudad se dieron cuenta de que en el camino había mucho letreros
grandes y llamativos con el nombre del parque acuático a donde ellos se
dirigían, el letrero también les indicaba cuanto tiempo les faltaba para
llegar. Cuando de repente alzaron la vista y notaron que a lo lejos se veían
mucho colores, eran los toboganes, era el parque acuático. Cuando entraron al
estacionamiento, se dieron cuenta de que no eran los únicos visitantes, ya que
habían mucho coches, camionetas y autobuses, todos de diferentes tamaños y
colores. Alrededor del estacionamiento habían demasiados puestos de comida, de ropa
y de accesorios acuáticos. Se dirigieron a la entrada, y los señores que
estaban cobrando les informaron de los niños y niñas menores de 1.30m no
pagaban entrada, y como Ameyalli siempre ha sido una niña de muy baja estatura
y su hermana era pequeña, solo sus papás pagaron entradas, enseguida les
pusieron una pulsera de plástico color azul y un sello en el brazo, los cuales
decían el nombre del arque y a fecha, con el cual podían entrar y salir del
lugar cuantas veces quisieran al día sin necesidad de volver a pagar. Al
entrar, se percataron de que había muchísima gente y no solo de esa misma
ciudad, sino de muchas partes, de diferentes estados, se escuchaban todo tipo de
lenguajes. Lo primero que debían hacer era pedir un cuarto en el hotel, dejar
sus cosas, cambiarse e ir a divertirse porque aún era medio día. Cuando les
dieron la llave del cuarto, se dirigieron a este rápidamente, porque creían que
el tiempo no iba a alcanzarles para estar en un lugar tan grande y bonito.
Cuando abrieron la puerta, se maravillaron de lo bonito y grande que era el
cuarto. Tenía cinco camas matrimoniales, muebles para guardar cosas pequeñas,
ropa, toallas, cobijas, entre otras cosas. Tenía un baño, un comedor y lo mejor
de todo, una ventana enorme. Ameyalli siempre lleva consigo sus libros, ya que
le gusta mucho leer en donde quiera que esté, así que lo primero que guardo en
un cajón fue eso. Después de desempacar de dirigieron a los vestidores que se
encontraban el piso de abajo. Una vez que ya todos estaban listos para divertirse,
dieron un recorrido por el parque, era realmente grande. La primero área que se
encontraba era la zona de olas, en donde toda la gente podría estar, acostarse,
relajarse ya que es muy baja de profundidad y por supuesto el agua era calientita.
La siguiente zona era la más grande de todas, esa alberca tenía desde el tobogán
más pequeño hasta el tobogán más grande, contaba con cascadas, escalones,
figuras, juguetes y otros juegos. La mayoría de la gente estaba en esa alberca.
Después estaba el área en donde se encontraban los dos toboganes más grandes,
uno era de color rojo y el otro de color amarillo, la diferencia entre estos
dos es que uno estaba completamente cubierto y el otro era como una resbaladilla
gigantesca, Ameyalli se deslizó por la roja, tardó mucho en convencerse de
hacerlo ya que le tiene mucho miedo a las alturas, pero le gustó mucho hacerlo
ya que también le gusta nadar, era uno de sus deportes favoritos. Enfrente
estaba el área de niños pequeños, esta área era de muy poca profundidad y sus
toboganes no tenían tanta altura. Al fondo estaba una zona la cual no tenía
alberca, solo era el tobogán y poca agua para resbalar bien, en este tobogán es
necesario deslizarse acostado en una colchoneta. Más adelante se encontraba el acuabar,
era una alberca muy grande la cual contaba con mini canchas acuáticas, y un
bar, en esa alberca podías nadar al mismo tiempo que tomabas algo, había unas bocinas
muy grandes y siempre ponían música muy alegre. Mientras paseaban por el parque
se escuchaba un señor, el cual daba las felicitaciones para que toda la gente
se enterara por si alguien cumplía años ese día. El parque contaba con un
segundo hotel, el cual estaba pintado como si fuera un castillo de arena y
tenía la forma del mismo. Tenía una cafetería enorme y un billar. Por las
noches se hacían discos, y eventos. Alrededor de todas las áreas había zonas
verdes en las cuales se podía acampar, también había mesas con sombrillas por
si se deseaba comer y había sillas para tomar el sol. Ya se estaba oscureciendo
y la familia decidió ir a los puestos que estaban a lado del estacionamiento y
comer algo, cuando les sirvieron la comida se dieron cuenta de que no era lo
que ellos esperaban ya que les habían servido comida que ellos no conocían, la
comida tenía una imagen un tanto rara, pero cuando la probaron se dieron cuenta
de que era todo lo contrario, en verdad les gustó mucho esa comida. Cuando
terminaron regresaron al parque, se dieron un baño y regresaron al hotel a descansar.
Al otro día por la mañana, a unos minutos de que acabara de salir el Sol, las
niñas querían ir a las albercas pero no se podía ya que no tenían agua porque
las estaban limpiando. Ya no pudieron meterse porque tenían que regresar a
donde ellos Vivian, pero no se sintieron tan mal ya que sus padres les dijeron
que pronto regresarían y la próxima vez se quedarían mas días. Toda la familia
se fue muy satisfecha y desde entonces visitan el parque acuático cada vez que
quieren pasar un fin de semana en familia o cada temporada de vacaciones.
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